Casi parecía otro pompón.
Era un gatito precioso y creía que no sería difícil encontrarle un hogar, pero cuando, ese día, pregunté a otros niños en el cole, ninguno podía llevárselo a casa.
Un niño me dijo que tenía alergia a los gatos y que estornudaba sin parar cuando estaba cerca de uno.
Una niña me dijo que le daban miedo, porque el gato de su prima la había arañado cuando le quiso acariciar.
Otro niño dijo que tenía un perro y que se lo
comería en cuanto lo viera.
¡Ay, no!... ¡eso sí que no!
Y la profesora dijo que ya tenía dos y que no podía adoptar más porque su casa era muy pequeña.
Así que, de momento, seguiría con nosotros.
En los días que estuvo en nuestra casa, el gatito y Liko se hicieron buenos amigos.
Se escondía detrás del sofá o bajo la cama y, cuando Liko se acercaba, le saltaba encima y él se hacía una bola. Se lo pasaban genial y hasta dormían juntos en la cama de Liko.
Bueno, no siempre; alguna mañana me desperté con él acurrucado debajo mi pelo, con su carita pegada a la mía.
A mí, lo que más me sorprendía, era lo rápido que crecía. En pocos días ya era tan grande como Liko y, por lo que veía, en unos días más ya sería hasta mayor que él.
Papá me explicó que los animales crecen muy rápido y que, en pocos meses, ya son adultos.
Así que el gatito sería un hermoso gato grande antes de que me diera cuenta.
Pero teníamos que encontrarle una casa lo antes posible, porque es más difícil que alguien quiera adoptar un gato grande.
Una mañana, al ir caminando al cole, me fijé en la casa de la esquina.
Es una casita preciosa, con una valla blanca y un jardín lleno de flores. La señora que vive allí es muy amable y siempre me sonríe y me dice
"Buenos días" cuando me ve.
Al pasar, vi que estaba regando las flores y, como siempre, me saludó.
Me acordé de que tenía un gato muy bonito, de rayas grises y pelo largo, y le pregunté por él.
-Mi gatito murió hace meses. - me dijo, con la mirada triste. -Ya era muy mayor-.
Me dijo que le echaba de menos y que, sin él, se sentía muy sola.
Entonces le conté lo del gatito blanco, como le rescaté de debajo del coche, que lo llevamos al veterinario y que estábamos cuidándolo hasta que le encontráramos un nuevo hogar.
Y, de repente, la señora de la casita de las flores, volvió a sonreír y me dijo:
-¿Sabes, Annette?, yo estaría encantada de que viviera conmigo... si tú quieres, claro. -
¡Y claro que quería! No podía haber encontrado una "mamá" mejor para él.
Papá y yo se lo llevamos esa misma tarde y, en cuanto lo vio, dijo que se llamaría Algodón.
Y como ya han pasado unos meses, Algodón ya es un gato grande.
Cuando paso por allí siempre le veo. A veces está jugando a perseguir mariposas y, otras veces, está acostado en el regazo de la señora de la casita, mientras ella lee un libro.
Me siento bien por haber recatado a Algodón y me siento aún mejor porque es feliz y hace feliz a la señora de la casita de las flores.
LA EXCURSIÓN (Avance)
Me levante muy temprano, cuando aun estaba amaneciendo.
Faltaba mucho rato para que sonara el despertador pero, estaba tan nerviosa, que ya no podía dormir.
Por fin había llegado el gran día; ¡Nos íbamos de excursión al bosque!
Blue Butterflies tiene un pequeño bosque y, cada año, nos vamos con el cole a ver las mariposas azules.
¡Son tan bonitas!
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Estaba esperando la segunda parte para leerme la primera y así leerme la historia de un tirón :P y para variar, me encantó!!!
ResponderEliminarEstaba esperando la segunda parte para leerme la primera y así leerme la historia de un tirón :P y para variar, me encantó!!!
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